En la presentación del catálogo de la muestra Refugios del tiempo, el Secretario General del Consejo Federal de Inversiones Juan José Ciácera señala que los cuatro artistas reunidos en esta muestra reflexionan sobre la construcción de obra en torno a los recursos materiales que brinda la naturaleza. Facundo Maldonado, en su rol de curador y programador de las Salas Federales, destaca que la selección de los artistas para cada exhibición responde a una propuesta temática. Este año, se trabajó con los conceptos de territorio e identidad en tránsito. Sin embargo, el tema convocante no pierde de vista el rol principal del CFI y su espacio expositivo: apoyar y difundir las expresiones artísticas de las provincias. En su doble rol -artista y gestor- Maldonado señala que este espacio de encuentro y descubrimiento fortalece los vínculos entre los artistas y estimula la generación de proyectos más allá de las distancias geográficas. Si bien es tentador contar con un espacio como el de las Salas Federales para el reconocimiento de las producciones regionales, también propicia que la mirada de Buenos Aires se abra al interior del país. Pablo Butteri recibió la invitación de Maldonado ya que consideró que sus obras dialogaban directamente con la de sus colegas. En su experiencia, considera que fue muy interesante poder intercambiar miradas con artistas que no conocía y cuyas obras despertaron su curiosidad. La distancia fue superada a través de un grupo en Facebook que les permitió ir acompañándose en el proceso de producción, donde señala que “la obra fue fluyendo entre nosotros y se logró que dialogaran entre sí, reforzándose mutuamente”. Al referirse a su trabajo, Butteri aclara que la obra terminada y su proceso de producción son una misma cosa, ya que la obra es un constante proceso cambiante. En este caso, la obra fue creciendo y definiendo su hábitat en relación al lugar y en concordancia con la producción de sus compañeros. Considera su participación como una experiencia positiva, porque le permitió conocer otros procesos de producción, otros tiempos y diferentes lenguajes enfocados en un mismo tema de interés entre todos. Por su parte, Lucia Pellegrini de Puerto Madryn, aceptó la invitación porque considera que resulta necesario mostrar en Buenos Aires, tener devoluciones de nuevas miradas que permitan seguir creciendo y produciendo. La obra que presenta se encuentra en el contexto de una producción anterior, sin embargo, varias de las piezas no habían sido exhibidas. Sus dibujos en birome sobre papel y las exquisitas tallas en mármol cumplen una función lúdica: jugar con ellos en un espacio nuevo. Sus obras han recibido diversos reconocimientos. En 2015, su talla en mármol de carrara recibió la Mención Especial del Jurado del Salón Nacional de Escultura. En 2016 fue seleccionada para Opera Prima, exhibiendo una pieza que claramente refleja su geografía y búsqueda; donde estudia el tiempo trabajando horas y horas sobre una misma pieza hasta que ella le devuelve la imagen que tiene que ver con su entorno. Pellegrini vive en una ciudad sobre el mar y en sus palabras “este emerge continuamente, silenciosamente” La invitación a Junín para Guillermo Marzullo llegó con la siguiente información: "la idea gira alrededor de la tierra, el agua y el hombre; la relación que cada uno va formando con su entorno desde lo espiritual y desde la materia como elemento de construcción de obra poética". Reconoce que buscó las obras de los artistas mencionados y automáticamente aceptó. Sus obras pertenecen a Modos Constructivos donde Marzullo indaga sobre las formas en que construimos nuestro hábitat, nuestra casa. Formas aparentemente simples, reconocibles y realizadas con operaciones y materiales mínimos: barro, fuego, madera. Bajo el mismo despojo de impactos en que se instalan las piezas en el espacio, son los modos elegidos para producirlos, cocer el barro modelado para devenir en ladrillo y diseñar espacios que nos interpelan. El cuarto integrante de la muestra llegó desde Córdoba. Luciano Giménez tuvo varias motivaciones para aceptar. Dar a conocer su obra, entrar en contacto con otro circuito y conocer a los artistas. Al igual que Marzullo, fue a través de las redes que conoció la producción de sus colegas, pero reconoce que fue sorprendido por el resultado final de las obras que hoy se exhiben en Refugios del Tiempo. Aprovechando esta posibilidad de exhibir en Buenos Aires decidió explorar sobre las posibilidades de la cerámica y la alta temperatura ligadas al dibujo lineal y volumétrico. Su búsqueda se centra en la plasticidad y posibilidad de la arcilla con cierta mimesis en la naturaleza o procesos naturales, reconociendo su fascinación por las modificaciones geológicas que transforman y fragmentan territorios. Los distintos orígenes geográficos, académicos y curriculares de cada uno de los artistas, no impiden unir sus obras en un espacio físico donde el espíritu federal propicia el encuentro. Sus autores destacan que han disfrutado de la experiencia del proceso de producción bajo la coordinación de Maldonado. Al visitante le sugiero tomar en consideración la reflexión del texto que Mariana Rodriguez Iglesias preparó para la exhibición, donde señala: “...Y cuando el razonamiento ya no sirve, cuando es empujado a cruzar sus límites, estamos en el reino de la poesía y la metáfora, allí donde nace lo artístico”. Acepten entonces la invitación y recorran el reino de la poesía y la metáfora, que hasta fines de octubre estará al alcance de todos los que transitan Buenos Aires.